“Primero, analicemos la palabra deseo, eso que siento cuando quiero o anhelo algo ¿cierto?
Pues con el deseo sexual pasa diferente que con otro tipo de deseo, Bernard. Si yo quiero algo para comer, a los pocos días quiero más y después más, pero en sexualidad… Entre menos como, menos quiero comer”
Así lo expresa la Dra. Gina, sexóloga, hablando sobre la pérdida de deseo en la mujer. Con frescura y simpatía.
¿Te interesa, consentida? Pues, por favor, ¡mira la entrevista completa!
Gina, ¿podrías contarnos qué sucede con la líbido de las mujeres después de los 40 o los 50 años?
Por supuesto. Primero, es importante comprender qué es el deseo sexual.
No, no es simplemente una pulsión física, sino que también tiene un componente mental y emocional muy importante.
Comienza en la mente, y es allí donde debemos alimentarlo.
Interesante. ¿Podrías profundizar un poco más sobre cómo se relaciona el deseo sexual con la edad?
¡Claro! Existen varios mitos y creencias erróneas en torno al deseo sexual en mujeres mayores de 40 años.
Uno de los más comunes es pensar que el sexo disminuye o desaparece con la edad. Sin embargo, esto no es cierto.
La sexualidad puede ser plena y satisfactoria a cualquier edad, siempre y cuando se comprendan los cambios y se trabaje en mantenerla.
¿Y cuáles serían esos mitos sobre la sexualidad después de los 40 años?
Bueno, hay varios. Por ejemplo, la idea de que es necesario ser joven para disfrutar del sexo plenamente, es completamente falsa.
Además, asociar la edad con una menor frecuencia sexual también es un mito que debe ser desmitificado.
La satisfacción sexual va más allá del coito, y es importante explorar otras formas de intimidad y placer.
Entiendo. Entonces, ¿cuáles serían los primeros pasos para abordar estos mitos y prejuicios?
El primer paso es cuestionar estas creencias limitantes, mitos, tabúes y prejuicios; y entender que la sexualidad puede ser satisfactoria a cualquier edad.
También es importante aprender a manejar el estrés, ya que el exceso de cortisol puede afectar negativamente nuestra vida sexual.
Además, identificar y controlar los pensamientos negativos que generan estrés, es fundamental para cultivar una sexualidad plena y satisfactoria.
¿Podrías dar algunas herramientas prácticas para manejar el estrés y promover una sexualidad saludable, ya que el estrés roba la materia prima a las hormonas sexuales?
¡Por supuesto!
Es útil cultivar una actitud positiva hacia la sexualidad y el propio cuerpo.
Además, es fundamental comunicarse abierta y honestamente con la pareja sobre las necesidades y deseos sexuales.
En el deseo sexual, a menos me relaciono con la sexualidad, con fantasear, con pensar en sexo; menos deseo.
Nosotras sabemos que somos mujeres deseadas. Muchas mujeres lo pueden decir, salimos a la calle y nos silban, pero no nos sentimos mujeres deseantes ¡Qué palabra tan bella! ¡Sentir que deseamos a un chico!
Es como si no pudiéramos desear.
Así que, apartamos el hecho del deseo sexual, eso que empieza en mi mente, no por mis genitales.
¡Pero debo “meterle fueguito” para que se intensifique!, debo darle de comer todos los días.
Es decir, sacar un ratito para leer un libro erótico, pensar en sexo o fantasear un poco.
Consentida, ¿te está gustando?
Entonces sigue con la parte 2 de la entrevista con la Dra. Gina.