Después de los 40 años, cuando te enfrentas con tantos desafíos físicos y mentales, es fácil olvidarte de lo importante que es cuidar de ti misma.
Ahora, imagina poder mantener la vitalidad, la energía y la claridad mental a lo largo de los años, sin sentir que el tiempo es tu enemigo.
El óxido nítrico para la longevidad es un compuesto natural que puede ser clave para sentirte plena y saludable a cualquier edad. Conócelo por completo.
¿Qué es el óxido nítrico y por qué es crucial?
Es una pequeña molécula que tu cuerpo produce de forma natural y tiene un impacto enorme en tu salud, especialmente a partir de los 40 años.
Él viaja por tus venas, relajando las paredes de los vasos sanguíneos y mejorando el flujo de la sangre, permitiendo que los nutrientes y el oxígeno lleguen a cada célula de tu cuerpo.
Puedes tener poco óxido nítrico por envejecimiento, fumar, una mala dieta, baja en vitaminas D y B, resistencia a la insulina, inflamación crónica, falta de ejercicio y mal sueño.
Pero, al aumentar sus niveles, puedes experimentar una serie de beneficios que contribuyen a una vida más larga y saludable:
Beneficios del óxido nítrico para la longevidad
- Mejora la salud cardiovascular: ayuda a mantener la flexibilidad de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial y el riesgo de problemas cardíacos.
- Incrementa la energía: piensa en tener un día agitado y aun así, tener energía y ganas de salir a pasear con tus amigas. Al mejorar la circulación, el óxido nítrico asegura que tus músculos reciban el oxígeno necesario para mantenerte activa sin fatiga.
- Aumenta la claridad mental: ¿Todo se te olvida? Al mejorar el flujo sanguíneo al cerebro, este óxido ayuda a mantener la concentración y la memoria aguda, incluso en esos días “de locos”.
- Reduce la inflamación: El óxido nítrico actúa como un potente antiinflamatorio natural, protegiéndote de enfermedades crónicas como cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
- Mejora la función cerebral: Un cerebro ágil y una memoria de acero se ven beneficiados por el óxido nítrico. Y es que mejora la comunicación entre neuronas, apoyando la función cognitiva y previniendo el deterioro mental.
- Fortalece el sistema inmunológico: Un sistema inmune fuerte es tu mejor defensa. El óxido nítrico lo potencia, mejorando la capacidad de tu cuerpo para combatir infecciones y mantenerte saludable.
- Aumenta la resistencia y el rendimiento físico: ¿Buscas llevar tu entrenamiento al siguiente nivel? El óxido nítrico mejora la circulación y la oxigenación muscular, aumentando tu resistencia y permitiéndote alcanzar tu máximo rendimiento.
¿Cómo aumentar los niveles de óxido nítrico?
Existen formas sencillas y naturales de aumentar la producción de óxido nítrico en el cuerpo:
- Alimentación rica en nitratos: remolachas rojas, rúcula, acelga, lechuga, espinaca, endibia, brócoli, rábanos, repollo chino, zanahorias, coliflor, puerros, nabos, perejil, eneldo, naranjas, plátanos y jugo de granada.
- Alimentos ricos en arginina: carne de res alimentada con pasto, pescado salvaje, huevos de corral, yogur cultivado, kéfir, quesos crudos, semillas de calabaza y girasol, alga y espirulina.
- 15 minutos de exposición al sol: todos los días, sin protector solar y con la menor cantidad de ropa posible.
- Ejercicio regular: Desde una caminata matutina hasta una sesión de estiramientos, el movimiento es clave para niveles óptimos de este óxido y mayor longevidad.
- Suplementos: que contengan arginina o citrulina (aminoácidos que el cuerpo utiliza para producir óxido nítrico), ácidos grasos omega-3, vitamina B y magnesio. Consulta con tu médico las dosis y cómo usarlo.
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Fuentes:
- Beneficios del óxido nítrico y cómo aumentar sus niveles.
- Medicina Ortomolecular de Adolfo Pérez Agustí, 2011, p. 65-67.
- Prescription for Nutritional Healing de Phyllis A. Balch, CNC, 2023, p. 230-232.
- Adaptogens de Aviva Romm, 2021, p. 120-122.
- Plantas Saludables de Néstor Palmetti, 2007, p. 88-90.