Mi consentida, ¿has sentido que tu salud mental se desmorona atravesando la premenopausia? Ya sabes, esos días en que los cambios hormonales te hacen sentir en vaivén emocional…
Pues aquí viene una buena noticia, y no es el próximo episodio de tu serie favorita. ¡Hablemos de cómo los suplementos y probióticos te ayudarán a solucionarlo!
El vínculo entre tu intestino y tu cerebro
Primero, te presentaré a los protagonistas de esta historia: tu microbiota intestinal.
Esas trillones de bacterias que viven en tu intestino no solo están ahí para digerir tus comidas favoritas.
¿Sabías que el 90% de la serotonina, la hormona de la felicidad, se produce en tu intestino?
Estas pequeñas criaturas, tu «segundo cerebro», tienen mucho que decir sobre cómo te sientes.
Suplementos y probióticos: los héroes invisibles
Probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando los consumes en las cantidades adecuadas, pueden mejorar tu salud intestinal y, por ende, tu salud mental.
Son como pequeños héroes que luchan contra los villanos del intestino: el estrés y la inflamación.
Ciertas cepas de probióticos, como el Lactobacillus y Bifidobacterium, pueden reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
Suplementos que valen oro
Además de los probióticos, hay suplementos que pueden hacer maravillas.
Ya que la premenopausia puede disminuir los niveles de algunas vitaminas y minerales esenciales, afectando tu salud mental, aquí tienes suplementos que deberías considerar:
1. Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3, encontrados en el aceite de pescado, son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir los síntomas de depresión y mejorar tu estado de ánimo.
2. Magnesio
Este mineral es vital para la función cerebral y la regulación del ánimo. La deficiencia de magnesio puede contribuir a la ansiedad y el estrés.
Un suplemento de magnesio es justo lo que necesitas para mantener la calma.
3. Vitamina D
La famosa «vitamina del sol» no solo es importante para tus huesos.
Los niveles adecuados de vitamina D están relacionados con un menor riesgo de depresión.
Así que, si no puedes salir a tomar el sol, un suplemento de vitamina D3 es una excelente alternativa.
Cómo integrar estas soluciones en tu vida diaria
1. Inicia tu día con un batido probiótico: Añade kéfir a tu batido matutino. Puedes mezclarlo con tus frutas favoritas y un poco de miel cruda para un toque dulce.
2. Cena rica en Omega-3: Incluye pescado como salmón o anchoas al menos dos veces por semana.
Si no eres fan del pescado, un suplemento de aceite de pescado es una buena alternativa.
3. Suplementos al alcance de tu mano. Toma tus suplementos de magnesio y vitamina D3 junto con el desayuno para establecer una rutina y asegurarte de no olvidarlos.
Tu bienestar está en tus manos y en tu intestino. ¡Así que anímate a cuidar de tu microbiota y verás cómo tu mente y cuerpo te lo agradecen!
¡Espero tus comentarios!
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Referencias:
– Tadashi Yoshida, *»Probióticos para principiantes»*
– Blanca García-Orea Haro, *»Dime qué comes y te diré que bacterias tienes»*
– Ignacio López Goñi, *»Microbiota: Los microbios de tu organismo»*
– Alex Garrison, *»La Dieta FODMAP Simplificada»*
– Dr. Gerard E. Mullin, *»La biblia de la salud intestinal»*
– Sari Arponen, *»¡Es la microbiota, idiota!»*