¡Hola consentida! ¿Hoy buscas algo sobre tu salud digestiva o tu microbiota?
La amplia experiencia de Mariana con este tema te servirá de guía.
Mariana de 45 años, había comenzado a notar cambios en su cuerpo. La premenopausia trajo consigo no solo alteraciones hormonales, sino también problemas digestivos: hinchazón, gases y digestiones pesadas.
Decidida a mejorar su bienestar, Mariana emprendió un viaje para optimizar su salud digestiva.
Aquí te comparto su historia y las estrategias que utilizó para mejorar su salud digestiva.
1. Adoptando una dieta balanceada
Mariana descubrió que una dieta rica en fibra, vegetales, frutas y granos enteros era esencial para tener una buena salud digestiva.
Empezó a evitar alimentos procesados y azúcares refinados, optando por comidas caseras y naturales. La inclusión de probióticos como yogur y kéfir ayudó a equilibrar su microbiota intestinal.
- Alimentos ricos en fibra: Frutas como manzanas y peras, vegetales de hoja verde, legumbres y cereales integrales.
- Probióticos: Yogur natural, kéfir, chucrut y otros alimentos fermentados.
¿Qué tomar para la salud digestiva?
Mariana incorporó probióticos y prebióticos en su dieta.
Los probióticos, como los que se encuentran en el yogur y el kéfir, ayudan a mantener una microbiota intestinal saludable. Los prebióticos, presentes en alimentos como el ajo y la cebolla, sirven de alimento para estas bacterias beneficiosas.
2. Hidratación constante
Beber suficiente agua durante el día mejoró su digestión y redujo la sensación de hinchazón.
Además, Mariana incorporó infusiones de hierbas como la cúrcuma y el jengibre para aliviar las molestias digestivas.
- Agua: Al menos 8 vasos al día.
- Infusiones de hierbas: Cúrcuma, jengibre, manzanilla y estevia.
3. Actividad física regular
El ejercicio moderado, como caminar y yoga, no solo mejoró su estado de ánimo, sino que también favoreció el tránsito intestinal. Mariana encontró en la práctica diaria de yoga una forma efectiva de reducir el estrés, que a menudo exacerba los problemas digestivos.
- Ejercicio moderado: 30 minutos de caminata diaria.
- Yoga: Posturas que favorecen la digestión como la torsión espinal y la postura del niño.
Salud digestiva y ejercicio
El ejercicio regular no solo es beneficioso para la salud física general, sino que también ayuda a mejorar la función digestiva. Actividades como caminar, correr y yoga pueden estimular el tránsito intestinal y reducir el riesgo de estreñimiento.
4. Hábitos alimentarios saludables
Mariana aprendió a comer despacio y masticar bien los alimentos. Evitar grandes comidas antes de dormir y comer en horarios regulares se convirtió en una rutina que benefició enormemente su sistema digestivo.
- Comer despacio: Masticar cada bocado al menos 20 veces.
- Horarios regulares: Desayuno, almuerzo y cena a la misma hora cada día.
5. Atención a las señales del cuerpo
Mariana se volvió más consciente de cómo ciertos alimentos afectaban su digestión. Mantuvo un diario alimenticio para identificar y eliminar los desencadenantes de su malestar digestivo, como ciertos lácteos y alimentos picantes.
- Diario alimenticio: Registro de comidas y síntomas.
- Eliminación de desencadenantes: Identificación y reducción de alimentos problemáticos.
¿Cómo detectar que mi salud digestiva no va bien?
Mariana se dio cuenta de que algo no iba bien con su salud digestiva al experimentar síntomas como hinchazón, gases, estreñimiento y malestar estomacal.
Es fundamental estar atenta a estas señales y buscar ayuda profesional si persisten. Algunos síntomas a no dejar pasar incluyen dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales y pérdida de peso inexplicada.
6. Consulta con profesionales
La orientación de un nutricionista y su médico funcional fue decisiva. Juntos elaboraron un plan alimenticio personalizado y realizaron chequeos regulares para monitorear su progreso y ajustar su dieta según fuera necesario.
- Nutricionista: Plan alimenticio personalizado.
- Chequeos regulares: Monitoreo de la salud digestiva.
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¿Cuáles son los problemas digestivos más comunes?
Durante su investigación, Mariana aprendió que los problemas digestivos pueden variar desde la indigestión y el síndrome del intestino irritable (SII) hasta condiciones más serias como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), pasando por el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) y la permeabilidad intestinal.
Identificar y tratar estos problemas a tiempo es fundamental para mantener una buena salud digestiva.
¿Cómo mejorar la salud del sistema digestivo?
Para mejorar la salud del sistema digestivo, Mariana siguió varios consejos:
- Mantener una alimentación equilibrada rica en fibra.
- Hidratarse adecuadamente.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Evitar el estrés.
Además de comer despacio, masticar bien los alimentos manteniendo horarios regulares de comida, la importancia de dormir bien y evitar el tabaco y el alcohol son estrategias efectivas para mejorar la digestión.
Salud digestiva y microbiota
Mariana aprendió algo importantísimo: “que la microbiota intestinal juega un papel crucial en la salud digestiva”.
La microbiota, compuesta por billones de microorganismos tiene tres grandes funciones:
- Ayudar en la digestión.
- Proteger contra patógenos.
- Y contribuir a la función inmunológica.
Mantener una microbiota saludable a través de una alimentación balanceada, inclusión de probióticos y la reducción de alimentos procesados, es vital.
Además, es recomendado el aumento de la ingesta de alimentos naturales.
Salud digestiva y bienestar nutricional
Una alimentación adecuada no solo afecta la salud digestiva, sino que también tiene un impacto significativo en el bienestar nutricional general.
Mariana descubrió en su propia experiencia, que una dieta rica en nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, contribuye a una mejor salud digestiva y general.
Salud digestiva y mental
Y por supuesto, Mariana también exploró la conexión entre la salud digestiva y mental, conocida como el eje cerebro-intestinal.
Descubrió que el estrés y la ansiedad afectan negativamente la digestión, y que mantener una buena salud mental es esencial para una digestión saludable.
Practicar técnicas de relajación y mindfulness se volvió una parte importante de su rutina diaria.
El ejercicio moderado, como caminar y yoga, es beneficioso tanto para el estado de ánimo como para la digestión.
Salud digestiva y cardiovascular
Además, Mariana se informó sobre la relación entre la salud digestiva y cardiovascular. Una dieta rica en fibra, evitando las grasas trans de alimentos procesados, no solo mejora la digestión, también reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Incorporar alimentos como avena, nueces y semillas de lino y chía en su dieta ayudó a cuidar ambos aspectos de su salud.
A través de estos cambios, Mariana mejoró su salud digestiva y se sintió en control de su cuerpo durante la premenopausia, lo que dio mayor calidad a su vida.
Su historia es un recordatorio de que, con información adecuada y cambios en el estilo de vida, es posible enfrentar y superar los desafíos digestivos.
Para más información y recursos sobre cómo mejorar tu salud digestiva y otros aspectos de bienestar femenino, visita todo el blog desde aquí.
¡Deja tus consultas y comentarios aquí abajo, mi consentida! ¡Los espero!

Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico. Y consulta también antes de comenzar cualquier nuevo suplemento para asegurar que es adecuado para ti.
Referencias:
1. Aviva Romm MD – Hormone Intelligence: The Complete Guide to Calming Hormone Chaos and Restoring Your Body’s Natural Blueprint for Well-Being
2. Aviva Romm MD – Adaptogens: Ancient Medicine for 21st Century Stress
3. Wibe Wagemans & Ioana Bina MD PhD FACG – Cortisol: The Master Hormone