¿Te has sentido inexplicablemente agotada, triste o abrumada por el estrés? Tu microbiota desequilibrada podría estar detrás de esos días difíciles.
Y es que el delicado equilibrio de tu intestino influye mucho más que en tu digestión. También, afecta tu estado de ánimo, bienestar emocional y felicidad.
Acompáñame a descubrir cómo puedes restaurar la armonía en tu cuerpo y mente mejorando el equilibrio de tu microbiota.
La microbiota y su influencia en las endorfinas
El intestino es llamado “el segundo cerebro” y con razón. Y es que la microbiota intestinal tiene una conexión directa con el cerebro a través del eje intestino-cerebro.
Pues, tu microbiota intestinal, las bacterias que viven en tu intestino, influyen en tu estado de ánimo. Cuando está en equilibrio produces fácilmente endorfinas, la hormona de la felicidad.
Pero debido a malos hábitos, como una mala alimentación, sedentarismo, estrés crónico y el abuso de antibióticos, se rompe este equilibrio, se reducen las endorfinas y tú te sientes triste, estresada y ansiosa.
Consecuencias en tu felicidad de una microbiota desequilibrada
- Se altera el estado de ánimo: ¿Te has sentido inexplicablemente triste o ansiosa? Una microbiota desequilibrada podría estar detrás de estos cambios. Cuando las bacterias de tu intestino no están balanceadas, afectan los niveles de serotonina y otras hormonas relacionadas con el bienestar, llevando a un aumento de los síntomas de depresión y ansiedad.
- Problemas de estrés y sueño: si te encuentras dando vueltas en la cama por la noche, incapaz de desconectar, el problema podría estar en tu intestino. Una producción reducida de endorfinas, que normalmente ayudan a calmar y relajar tu cuerpo, puede resultar en mayor estrés y problemas para dormir bien.
- Falta de energía y motivación: al disminuir la producción de endorfinas, es probable que también notes una reducción en tus niveles de energía. Esa fatiga constante, la falta de motivación para hacer cosas que antes disfrutabas, podría estar vinculada a lo que ocurre en tu intestino.
- Menos tolerancia al estrés: ¿Te irritas fácilmente bajo presión? El desequilibrio en tu microbiota puede alterar la comunicación cerebro-intestino, afectando la producción de endorfinas y aumentando la inflamación, lo que impacta tu bienestar emocional y la respuesta al estrés.
Restaura tu microbiota desequilibrada: pequeños pasos, grandes cambios
La buena noticia es que, así como la microbiota puede desequilibrarse, también puede recuperarse. Aquí te dejo algunos consejos:
- Alimentación rica en prebióticos y probióticos: los alimentos ricos en fibra serán tu gran apoyo, como frutas, verduras y legumbres, puede alimentar a las bacterias buenas en tu intestino. Además, alimentos fermentados como yogur, kéfir y chucrut ayudan a introducir bacterias beneficiosas directamente en tu sistema digestivo.
- Evita el estrés crónico: el estrés no solo afecta tu mente, sino también a tu intestino. ¿Sabes qué es genial para el estrés? Sé tú misma: canta a todo pulmón la música que te guste, baila contigo misma mientras haces las labores de la casa, ten un hobby que te encante, vuelve a hacer cosas como cuando eras niña.
- Aplica el método 3, 2, 1 para dormir: cena tres horas antes de dormir, deja de tomar líquidos dos horas antes de acostarte y una hora antes, apaga los dispositivos móviles (si es antes, mucho mejor).
Cuidar de estos microorganismos es cuidar de ti misma, y los beneficios de mantenerlos en equilibrio pueden ser tan grandes como recuperar la capacidad de sentir felicidad plena.
Si quieres saber más, te recomiendo leer: La Guía Completa: Cómo mantener una Microbiota Saludable para una mejor Salud Digestiva
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Fuentes:
- El microbioma humano: cómo funciona y una dieta para la salud intestinal
- El papel de la dieta en el microbioma intestinal, el estado de ánimo y la felicidad
- Yoshida, Tadashi. Probioticos para principiantes. 2016, p. 45.
- García-Orea Haro, Blanca. Dime qué comes y te diré que bacterias tienes. 2020, p. 123.
- López Goñi, Ignacio. Microbiota. Los microbios de tu organismo. Guadalmazán, 2018, p. 77.
- Arponen, Sari. ¡Es la microbiota, idiota! 2021, p. 89.