¿Has observado cómo una barriga sin gases ni molestias te hace sentir mucho más ligera y feliz, mi consentida?
Pues, el equilibrio entre el cerebro y la flora intestinal, va mucho más allá. La conexión entre estos dos sistemas, conocida como el eje intestino-cerebro, influye en la salud mental, el estado de ánimo y el bienestar físico, y fluye a través del nervio vago.
A continuación, te presento una guía completa con consejos prácticos y basados en la medicina funcional para lograr este equilibrio.
1. Alimentación balanceada
Una dieta equilibrada es la piedra angular para una flora intestinal saludable.
- Alimentos ricos en fibra: Consumir una variedad de frutas, verduras, legumbres y granos enteros ayuda a alimentar a las bacterias beneficiosas en el intestino.
- Alimentos fermentados: Incorporar yogur, kéfir, chucrut y kimchi en tu dieta proporciona probióticos que promueven un microbioma intestinal saludable.
Estos alimentos mejoran la digestión y además influyen positivamente en la producción de serotonina, mensajera química del bienestar emocional.
2. ¡Evita alimentos procesados!
Los alimentos procesados y ricos en azúcares refinados alteran la microbiota intestinal y favorecen el crecimiento de bacterias nocivas.
Opta por alimentos naturales: prioriza frutas, verduras y proteínas de alta calidad. Esto beneficiará a tu intestino y mejorará tu salud mental al reducir la inflamación y el desequilibrio de la flora intestinal.
3. Suplementos de probióticos y prebióticos
Los probióticos son bacterias beneficiosas para la salud intestinal, mientras que los prebióticos son fibras que alimentan a estas bacterias beneficiosas.
Algunos estudios sugieren que los psicobióticos, un tipo específico de probióticos, pueden tener efectos positivos en la salud mental al influir en la producción de neurotransmisores y reducir la ansiedad.
4. Control del estrés
El estrés crónico tiene un impacto negativo tanto en el cerebro como en el intestino.
Incorpora técnicas como el yoga, la meditación y la respiración profunda en tu rutina diaria. Al reducir el estrés, mejoran la salud intestinal equilibrando la microbiota.
5. Recuerda: ¡hidratación!
Mantenerte bien hidratada (mínimo 8 vasos diarios), facilita la digestión y el transporte de nutrientes apoyando a la microbiota intestinal. Y esto, a su vez, beneficia la función cognitiva y el estado de ánimo.
6. Dormir bien cada noche
El sueño de calidad es vital para la salud cerebral y digestiva.
Establece una rutina de sueño de entre 7 y 8 horas cada noche manteniendo un horario regular.
La falta de sueño altera las hormonas que regulan el apetito y la salud intestinal, contribuyendo a problemas digestivos y de salud mental.
7. Ejercicio frecuente
La actividad también promueve una microbiota intestinal diversa y saludable.
Incorpora el ejercicio en tu vida diaria. Realiza al menos 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días de la semana. El ejercicio regular mejora el estado de ánimo y reduce la inflamación, lo que a su vez beneficia la salud intestinal.
8. Evita el uso excesivo de antibióticos
Los antibióticos son esenciales en ciertas situaciones, pero su uso excesivo daña tanto las bacterias dañinas como las beneficiosas en el intestino.
Siempre consulta a un médico antes y asegúrate de usarlos solo en casos imprescindibles.
9. FODMAPs y dieta personalizada
Para algunas mujeres, ciertos carbohidratos llamados FODMAPs pueden causar problemas digestivos.
Identificar los alimentos que te benefician será clave para mejorar tanto la salud intestinal como la salud mental.
Consulta a un nutricionista si experimentas molestias digestivas para personalizar tu alimentación, mi consentida. ¡Y deja tus comentarios!
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico. Y consulta también antes de comenzar cualquier nuevo suplemento para asegurar que es adecuado para ti.
Referencias: