“En medio de una reunión, salió un gas por mi retaguardia, ¡qué horror!” “Tuve una cita romántica y un eructo me arruinó el momento”.
Lo sé, consentida, cuando sucede algo así, solo quieres que te trague la tierra.
Esta es la situación: al pasar los 40 años, los cambios hormonales pueden complicar las cosas, haciendo que los gases sean incontrolables, te hinchen la panza y te duelan.
Aquí voy a explicarte cómo evitar los gases después de los 40 y entender por qué suceden.
Por qué aparecen los gases en la premenopausia
Así como la premenopausia te hace sudar a mares, puede provocar gases en las mujeres.
Y es el subibaja hormonal, afecta en cómo tu cuerpo procesa los alimentos.
A veces, el sistema digestivo se mueve demasiado rápido o más lento, mientras que tus bacterias dañinas hacen fiesta en tu intestino.
Pero existen otras causas:
- Comer deprisa y no masticar bien los alimentos.
- Tener demasiadas bacterias alojadas en el intestino delgado (SIBO).
- Sensibilidades alimentarias y síndrome del intestino irritable.
- Tener poco ácido estomacal.
- Segregar poco fluido digestivo del hígado (bilis).
- Alimentos como, pan recién horneado, comida frita, azucarada o muy grasosa, cereales integrales, plátano, ciruelas, verduras crucíferas, bebidas con gas, café, té, alcohol y edulcorantes artificiales.
Consejos prácticos para evitar los gases en la premenopausia
Además de comer despacio y masticar los alimentos al menos 30 veces cada bocado, o hasta que la comida esté deshecha en tu boca, haz esto:
- Bájale a los carbohidratos: son deliciosos y dan energía, pero son pesados para el estómago y generan inflamación en el intestino. Reducirlos un poco hará maravillas por tu digestión y te ayudará a disminuir los gases molestos.
- La fibra con moderación: ¿te han dicho que la fibra es lo mejor para un intestino sano? Es cierto. Sin embargo, comer mucha fibra puede causar gases. Disminúyela poco a poco hasta que te sientas mejor. Y si los gases son muy intensos, intenta eliminar la fibra durante un mes, para ver si mejora la situación.
- Infusiones y esencias: el jengibre, el vinagre de manzana, la papaya, las semillas de hinojo y el ajo son tus aliados. Puedes tomarlos como infusión, esparcidos en tus comidas o, incluso, tomar un vaso de agua con una cucharada de vinagre de manzana y sal antes de comer. ¡Verás qué diferencia!
- Cuídate de los lácteos: muchas mujeres, sin saberlo, son intolerantes a la lactosa o sensibles a la proteína de la leche, causándoles mala digestión, gases, alergias y más. Si sospechas que eres una de ellas, elimina lácteos por un tiempo y observa cómo te sientes.
- Sales biliares o bilis de buey: necesitas suficiente bilis para evitar los gases. Pues estos suplementos actúan como un reemplazo instantáneo de la bilis cuando produces poca cantidad. ¿Cómo saber si tienes poca bilis? Una alerta es sentir dolor arriba del abdomen del lado derecho. Se toman de 500-1000 mg con cada comida completa.
Estas soluciones puede ayudarte a manejar mejor los gases y mejorar tu calidad de vida.
Recuerda, que eres distinta a otras mujeres, así que toma lo que funcione para ti y ajusta si es necesario.
Y si el problema persiste o se agrava, visita a un médico funcional, para buscar sus raíces y mejores soluciones.

Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Estudios de referencia