¿Recuerdas esos antojos que te encantaba disfrutar en tu juventud?
Según las diferentes etapas de la vida, nuestros hábitos alimenticios cambian ¿cierto?
Y a partir de tus 40, otros cambios importantes como responsabilidades familiares o laborales, te complican mucho más y te empujan a optar por soluciones rápidas como los alimentos procesados.
Atiende a los problemas que traen y a las soluciones, consentida.
¡Además, en este post encontrarás una receta deliciosa, saludable y llena de color!
¿Qué son los alimentos procesados?
Los alimentos procesados son aquellos que han sido modificados en alguna forma durante su preparación. Esto incluye enlatados, congelados, bocadillos empacados y comidas rápidas.
A menudo, estos alimentos contienen altos niveles de azúcares, sales y grasas no saludables o aditivos químicos, y carecen de nutrientes esenciales.
¿Pero cómo afectan los alimentos procesados a tu salud?
1. Aumento de peso y problemas metabólicos: Ya que suelen ser altos en calorías y bajos en nutrientes. Y su ingesta frecuente promueve la resistencia a la insulina (aumento de peso irrefrenable).
2. Problemas cardiovasculares: El consumo elevado de grasas trans de muchos alimentos procesados, aumenta el riesgo de presión arterial alta, enfermedades del corazón y enfermedades cardiovasculares.
3. Mala digestión y falta de energía: La falta de fibra de estos alimentos provoca problemas de estreñimiento y mala digestión, mientras que la falta de nutrientes esenciales llevan a una sensación de fatiga.
4. Problemas en tu microbiota: Los procesados afectan el balance entre bacterias buenas y malas.
5. Salud Mental: Existe una conexión entre alimentación y salud mental. Los aditivos y el alto contenido de azúcar de alimentos procesados afectan negativamente el estado de ánimo, ansiedad y depresión.
Estrategias para mejorar tus hábitos alimenticios
1. Planifica tus comidas: Dedica un tiempo a la semana para planificar y preparar tus comidas en lotes y almacenamiento para facilitar una alimentación equilibrada. Te ayudará a evitar opciones rápidas y poco saludables.
2. Incorpora alimentos frescos: Las frutas bajas en azúcar, verduras, granos enteros y proteínas, te proporcionarán los nutrientes necesarios para mantenerte activa y saludable.
3. Lee las etiquetas: Familiarízate con la lectura de etiquetas nutricionales. Evita productos con una lista larga de ingredientes y aquellos con altos niveles de azúcares añadidos y grasas saturadas. Ser consciente de lo que consumes, ayuda a tomar decisiones más saludables.
4. Bebe agua: A menudo, la sed se confunde con hambre. Asegúrate de mantener una buena hidratación a lo largo del día, preferiblemente con agua (2 litros). Te ayudará a evitar el consumo innecesario de alimentos.
5. Mindful Eating o alimentación consciente: Tómate el tiempo para disfrutar de tus comidas, saboreando cada bocado y prestando atención a las señales de tu cuerpo sobre la saciedad. Te ayudará a relajarte y reducir el consumo de procesados.
Receta Sencilla y Saludable

Recuerda: pequeños cambios hacen la gran diferencia, mi consentida. Toma decisiones conscientes para inspirar a quienes te rodean.
¡Tu bienestar merece la mejor nutrición!

Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Referencias:
- The Setpoint Diet: Bailor, Jonathan. The Setpoint Diet
- The Intuitive Eating Workbook: Tribole, Evelyn. The Intuitive Eating Workbook
- The Complete Guide to Fasting: Fung, Jason. The Complete Guide to Fasting
- Starting Monday: Koenig, Karen R. Starting Monday