¿Buscas desesperada formas de manejar tu peso y tu salud, mi consentida?
Si padeces de Hashimoto y estás en la premenopausia, existe algo mejor que la dieta hipocalórica extrema de 1200 calorías. ¡Este error podría estar empeorando tus síntomas!
En este artículo, te explico por qué es tan perjudicial y te ofrezco alternativas más saludables.
Los peligros de la dieta hipocalórica
1. Metabolismo lento
Una dieta de 1200 calorías puede llevar a una desaceleración del metabolismo.
Si tu cuerpo recibe muy pocas calorías, entra en modo de supervivencia, reduciendo la tasa metabólica para conservar energía.
Esto es particularmente perjudicial para mujeres con Hashimoto, ya que pueden tener un metabolismo comprometido debido a la disfunción tiroidea.
2. Desequilibrio hormonal
La dieta hipocalórica y dietas extremadamente bajas en calorías agravan los desequilibrios hormonales.
En la premenopausia, tus niveles hormonales ya están fluctuando, y esto empeora síntomas como los sofocos, fatiga y cambios de humor.
Además, afecta la producción de progesterona, crucial para tu bienestar.
3. Pérdida de masa muscular
Con una dieta de tan pocas calorías, es probable que pierdas masa muscular.
Esto es problemático porque la masa muscular es esencial para mantener un metabolismo saludable y una fuerza adecuada.
La pérdida de músculo puede hacerte sentir más débil, menos energética y aumentar el riesgo de caídas.
4. Deficiencias nutricionales
Consumir solo 1200 calorías diarias dificulta obtener todos los nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita.
Las deficiencias nutricionales llevan a problemas de salud y exacerbación de los síntomas del Hashimoto.
Alternativas saludables basadas en la medicina funcional
1. Alimentación nutritiva y balanceada
En lugar de enfocarte en las calorías, concéntrate en la calidad de los alimentos. Una dieta rica en nutrientes incluye verduras, frutas, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos. Estos alimentos no solo apoyan la salud tiroidea, sino que también ayudan a mantener niveles de energía estables y un peso saludable.
2. Manejo del estrés
El estrés crónico puede desbalancear tus hormonas y empeorar los síntomas del Hashimoto. Practica técnicas de manejo del estrés como el yoga, la meditación, y la respiración profunda para mejorar tu bienestar general.
3. Ejercicio moderado
El ejercicio regular es fundamental para mantener un metabolismo saludable y apoyar la función tiroidea. Opta por actividades moderadas como caminar, nadar, o practicar pilates. Estas formas de ejercicio son menos estresantes para el cuerpo y pueden ser más sostenibles a largo plazo.
4. Suplementación adecuada
Consulta con tu médico sobre los suplementos que pueden ayudarte a manejar el Hashimoto y la premenopausia. Suplementos como el selenio, el zinc, y la vitamina D pueden ser beneficiosos. También, los adaptógenos como el ashwagandha pueden ayudar a equilibrar las hormonas y reducir el estrés.
5. Tus 8 vasos de agua diarios
Mantén una buena hidratación bebiendo agua a lo largo del día. La hidratación adecuada es crucial para el metabolismo y la salud general.

¡No olvides el pequeño gran cambio!
Las dietas hipocalóricas de 1200 calorías no son la solución.
En lugar de someterte a una restricción calórica extrema, enfócate en una alimentación nutritiva y balanceada, el manejo del estrés, el ejercicio moderado y la suplementación adecuada. Estos enfoques, te ayudarán a mejorar tu bienestar a largo plazo.
¡Es hora de cuidar de ti misma y sentirte mejor cada día, mi consentida! Escríbeme en comentarios.
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Referencias:
- Aviva Romm, «Hormone Intelligence» (2021)
- Sara Gottfried, «The Hormone Cure» (2013)
- Amy Myers, «The Thyroid Connection» (2016)