Seguramente te ha pasado: haces un maratón de series en Netflix y, de repente, sientes un antojo irresistible por algo dulce o salado. O quizás a media jornada de trabajo frente a la computadora, te provoca un chocolate.
Lo que seguramente no sabes es que la luz azul que emiten los dispositivos podría estar relacionada con esos impulsos de comer lo que no debes.
Aunque parezca sorprendente, la conexión entre la luz azul y los antojos tiene más que ver con tu biología de lo que imaginas. Acompáñame a descubrirlo.
¿Cómo la luz azul afecta tu cuerpo?
Si bien la exposición a la luz azul natural durante el día es esencial para regular tu ritmo circadiano —el ciclo que gobierna tu sueño y vigilia—, la exposición excesiva a esta luz artificial, especialmente de noche, tiene efectos negativos en tu salud.
Y es que cuando te expones a la luz azul por la noche, tu cerebro confunde el día con la noche, interfiriendo con la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.
Esto afecta tu descanso, tus niveles de energía y, sorprendentemente, tus antojos.
La interrupción de este ciclo influye en cómo tu cuerpo percibe la necesidad de ciertos alimentos, como azúcares o carbohidratos, como una forma de compensar la falta de energía.
Luz azul y los antojos: la conexión inesperada
La luz azul tiene un impacto directo en tu capacidad para regular el apetito.
Cuando tus patrones de sueño se ven alterados por la exposición excesiva a esta luz, no descansas suficiente, tu sueño es de baja calidad y tus hormonas enloquecen:
- Aumenta la hormona del hambre (grelina), manteniendo encendido el botón de “¡Tengo hambre!”
- Disminuye la hormona que te sacia (leptina). Por eso, comes y comes, sin saciarte.
Este desbalance hormonal hace que, de repente, te sientas atraída por antojos de cosas dulces, grasas y masas, buscando una fuente rápida de energía.
Cómo protegerte de la luz azul y reducir los antojos
¿Lo bueno? Puedes tomar medidas para mitigar los efectos de la luz azul y equilibrar tus antojos:
- Lentes anti-luz azul: son como gafas de sol para tus pantallas. Te ahorran dolores de cabeza, mientras evitan que tus ojos se cansen tan rápido. Además, tu cerebro no se confundirá pensando que es de día cuando ya es hora de dormir.
- Modo “noche” en tus dispositivos: para que la pantalla se vuelva más cálida y menos azul, actívalo unas horas antes de dormir; notarás que te cuesta menos conciliar el sueño. Tu cuerpo producirá melatonina como debe, esa hormona que te ayuda a dormir.
- Limita el tiempo de pantalla: trata de no estar pegada a tus dispositivos todo el día. Toma descansos regulares e intenta dejar las pantallas al menos dos horas antes de acostarte.
- Rutina de sueño: mantén un horario regular, evita la cafeína por la tarde, y convierte tu habitación en una cueva tranquila y fresca. Un buen sueño te hace sentir mejor y evita los antojos nada saludables.
- Alimentación balanceada que te sacie: con suficientes proteínas (carnes, legumbres, huevos), grasas buenas (aceitunas, aceite de oliva virgen extra, nueces y almendras) y carbohidratos naturales (papas, yuca, zanahorias, ocumo, verdura de hojas verdes, pimientos)
Dale a tu cuerpo el descanso que necesita, protege tus ojos de la luz azul, y verás cómo, poco a poco, esos antojos se vuelven menos frecuentes e intensos.
Importante: Este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico. Y consulta también antes de comenzar cualquier nuevo suplemento para asegurar que es adecuado para ti.
Fuentes:
- ¿Tu teléfono celular te provoca antojos de dulces a altas horas de la noche?
- Walker, Matthew, «Why We Sleep», 2017, p. 136.
- Lockley, Steven W., «Circadian Rhythms: A Very Short Introduction», 2012, p. 54.
- Klein, Charles A., «The Blue Light Effect on Sleep and Hormones», 2020, p. 78.