“Antes saltaba de la cama como un resorte, ahora me cuesta levantarme”… “Yo le decía que sí a cualquier invitación, pero ya no me provoca hacer nada”… “Me siento lenta y desenfocada”
¿Te suena familiar? Aunque existen muchas causas para esa fatiga que no te deja dar tu 100%, el subibaja hormonal que se dispara después de los 40 años, juega un papel importante.
Aquí conocerás por qué te sientes tan cansada en la premenopausia y estrategias para recuperar tu vitalidad, energía y buen ánimo.
¿Es normal sentirse cansada en la premenopausia? Aquí te lo cuento
Consentida, seguramente anhelas esos días cuando hacías todas tus tareas de un tirón, mantenías al día el trabajo y, aun así, salías de noche con tus amigas o tu pareja.
No es “normal” sentirse cansada en la premenopausia; sin embargo, millones de mujeres lo experimentan durante esta etapa.
Pero ¿por qué la premenopausia produce cansancio?
El vaivén hormonal
Durante la premenopausia, tus niveles de estrógeno varían drásticamente, haciendo que un día te sientas en las nubes y, al siguiente, te arrastres por el suelo. Esto puede provocar estrés, ansiedad y alteraciones del sueño. ¿Consecuencia? Te sientes cansada permanentemente.
El ciclo del cortisol
¿Te preguntas “por qué me levanto cansada” física y mentalmente? Aquí hay una pista: en premenopausia, la hormona del estrés (cortisol), aumenta. Eso te mantiene alterada y tensa desde que te levantas; además, se perturba tu sueño, provocando que sientas más cansancio.
Hormonas tiroideas y metabolismo
Con el cambio hormonal en la mujer a los 40´s, podrías no producir suficiente hormona tiroidea (hipotiroidismo) y experimentar fatiga, aumento de peso, piel seca y caída del cabello. ¿Quién pensaría que una glándula tan pequeña tendría un efecto tan grande?
Fatiga emocional
¿Te sientes agotada emocionalmente? El cansancio y la salud emocional son como el huevo y la gallina: es difícil saber cuál viene primero.
Verás, las hormonas femeninas descontroladas causan depresión y ansiedad, lo cual provoca fatiga. A su vez, estar constantemente cansada puede llevarte a tener emociones negativas.
Condiciones médicas físicas
Además de las hormonas, hay condiciones médicas que pueden causar cansancio:
- Anemia: si no produces suficientes glóbulos rojos, no llega oxígeno a tus tejidos y quedas exhausta.
- Apnea del sueño: es un trastorno en el que la respiración se interrumpe y te despierta con sensación de ahogo, haciendo que duermas mal y amanezcas aletargada.
- Enfermedades renales, hepáticas y cardíacas afectan los niveles de energía.
Deficiencias de vitaminas y nutrientes
¿Sabías que tu alimentación podría contribuir a tu cansancio? Las deficiencias de vitaminas, hierro, vitamina B12 y vitamina D pueden causarte fatiga.
El impacto de la comida chatarra
¿Piensas que amanecer comiendo cereal, empanadas fritas y un café cargado de azúcar es el mejor combustible para todo el día? ¡Al contrario!
Comer alimentos procesados, fritangas y azucarados, es uno de los culpables del cansancio porque ralentiza la digestión y causa deficiencias nutricionales, provocando letargo.
Cuídate de ella, especialmente en premenopausia, porque es fácil caer en tentaciones.
El uso excesivo de dispositivos electrónicos
En premenopausia puede ser difícil dormir. Y muchas mujeres caen en el mal hábito de entretenerse viendo series o sus celulares, mientras les da sueño.
Usar excesivamente tus dispositivos electrónicos no solo afecta el dormir, sino que te agota.
Y es que la luz azul de las pantallas interfiere con tu ciclo del sueño. Además, estar constantemente conectada genera estrés, ansiedad y tensión muscular, sin que te des cuenta.
Cansancio en la menopausia: ¿cómo recuperar la energía y la vitalidad?
No tienes por qué conformarte con tener una vida sin energía. ¿Sientes fatiga en la premenopausia? Aquí te doy algunas soluciones
- Mejora la calidad de tu sueño: dormir bien es esencial para combatir la fatiga. Apunta a 7-9 horas de sueño de calidad, cuidando tu higiene del sueño: evita las pantallas y la cafeína antes de acostarte, mantén tu dormitorio oscuro y fresco, y establece una rutina relajante antes de dormir.
- Maneja el estrés: haz meditación diaria, respiración profunda, yoga o tai chi, música relajante, pasatiempos creativos (como pintura o escritura).
- Mantente activa: el movimiento regular disminuye la tensión, mejora el sueño y eleva el estado de ánimo. Incluye 30 minutos de actividad física moderada a diario.
- Nutrición: evita los alimentos con azúcar, grasas trans y carbohidratos procesados (pan, tortas, pasta). Opta por cereales integrales, proteínas adecuadas (carnes blancas, rojas, huevos) y grasas saludables (aguacate, aceite de oliva extravirgen, frutos secos).
- Tómate un refrigerio: comer refrigerios saludables a lo largo del día puede ayudarte a mantener tus niveles de energía y estabilizar tus niveles de azúcar en la sangre; así tendrás menos antojos.
¿Cuándo buscar ayuda?
Si te sientes cansada a pesar de dormir bien y no hacer esfuerzos extra, o si la fatiga interfiere con tus actividades diarias, mejor consulta a un médico.
Y recuerda que yo estoy aquí para apoyarte.
Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Estudios de referencia
- Perimenopausia: de la investigación a la práctica
- La dinámica del estrés y la fatiga durante la menopausia: atractores, acoplamiento y resiliencia
- Frecuencia del trastorno tiroideo en mujeres pre y posmenopáusicas y su asociación con los síntomas menopáusicos
- Una revisión del estado actual de la investigación sobre la seguridad de la luz azul artificial aplicada a los dispositivos digitales
- Los peligros ocultos de la comida rápida y procesada
