¿Te sientes cansada, con dolores musculares o articulares, y una sensación general de malestar que no desaparece?
Estos son varios de los síntomas más comentados en mi consulta y que se relacionan con la inflamación generalizada o inflamación sistémica, mi consentida.
Si tú también estás en premenopausia y te sientes así, es posible que estés experimentando los efectos de esta inflamación. Enseguida te lo explico.
¿Qué es la inflamación sistémica?
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a las infecciones o lesiones.
Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica y afecta a todo el cuerpo, se convierte en inflamación sistémica.
¿Cómo afecta la premenopausia a la inflamación sistémica?
Durante la premenopausia, los niveles de estrógeno y progesterona, las hormonas femeninas que tienen propiedades antiinflamatorias, comienzan a disminuir.
Esto puede provocar un desequilibrio hormonal que favorece la inflamación sistémica
¿Y cuáles son sus síntomas?
El hipotálamo, ubicado en el cerebro, se encarga de mantener el equilibrio de las hormonas. Y al intentar compensar el ruido de fondo de la inflamación sistémica, el hipotálamo, puede perder el control, lo que lleva a desbalances hormonales.
Y las consecuencias de este desequilibrio puede causar síntomas variados y no siempre específicos. Algunos de los más comunes incluyen:
- Cansancio y fatiga
- Dolor muscular y articular
- Dificultad para concentrarse
- Depresión o ansiedad
- Problemas digestivos
- Cambios en el peso
- Problemas para dormir
¿Pero cómo combatir la inflamación sistémica?
Puedes tomar medidas para combatir la inflamación sistémica y mejorar tu salud general con algunos consejos útiles. ¿No te parece una buena noticia?
Aquí los tienes, consentida:
- Adoptar una dieta antiinflamatoria: Rica en frutas bajas en azúcar, verduras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables. Limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados y carnes rojas
- Practicar ejercicio regularmente: La actividad física ayuda a reducir la inflamación y mejorar el estado de ánimo. Practica un mínimo de 30 minutos diarios de ejercicio suave combinado con ejercicios de resistencia.
- Manejar el estrés: El estrés crónico puede empeorar la inflamación. Técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda pueden ayudarte a manejar el estrés de manera efectiva.
- Considerar suplementos antiinflamatorios: Algunos suplementos como la cúrcuma, el jengibre o el omega-3 pueden ayudar a reducir la inflamación.
- Consultar con un médico funcional o nutricionista: Ellos pueden ayudarte a crear un plan personalizado para combatir la inflamación sistémica y mejorar tu salud en general.
La inflamación sistémica no tiene que ser un obstáculo para disfrutar de una vida plena y saludable en la premenopausia.
Cuando tomes medidas para reducirla, mejorarás tu estado de ánimo, aumentarás tu energía y te sentirás mejor en general.
¡No te rindas, consentida! La premenopausia es una etapa de transición, no una sentencia de enfermedad.
Con los aliados adecuados, puedes convertirla en una oportunidad para descubrir una nueva versión de ti misma, más fuerte, radiante y llena de vitalidad.
¿Has sentido alguno de los síntomas descritos anteriormente?
¡Me encantará leerte consentida!

Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico
Referencias:
- Romm, A. (2021). Thyroid Insights.
- Romm, A. (2021). Adaptogens: Ancient Medicine for 21st Century Stress.
- Wagemans, W. (2022). Cortisol: The Master Hormon