Consentida, sé que es difícil de imaginar, pero si no eres consciente…
El estrés acabará contigo.
La Dra. Forgione explica cómo el estrés te afecta y te derrumba usando tus propias emociones.
Ahora toma tu fuerza y emociónate, en tu propio beneficio. ¡No te lo pierdas!
“Bernard, si hay alguien que conoce la batalla contra el estrés, esa soy yo. En aquellos años, carecía de la experiencia y los conocimientos que poseo ahora.
En el año 1992, caí en las garras de un estrés que se volvió crónico, llevándome a la depresión y a una hospitalización.
¡Imagínate! En aquel entonces, el estrés no era reconocido científicamente como algo que pudiera afectar tan profundamente la vida y la salud.”
¿Cuándo comenzaste a luchar con el estrés de forma tan intensa, Maitee?
Fue en el ’92, un año crítico para mí.
Una demanda laboral y profesional abrumadora, situaciones políticas y económicas complicadas en mi país, y para completar, la inesperada y repentina pérdida de mi padre.
¿Cómo describirías el impacto del estrés en tu vida diaria?
En ese momento, me sentía perdida. Te bloqueas y no ves ninguna salida.
Mi sistema inmunológico se debilitó y cada resfriado y gripe me atacaban sin piedad.
No podía dormir y los ataques de ansiedad por comer a medianoche eran terribles.
Increíble, Maitee ¿Cómo crees que el estrés afectó tu peso y tu bienestar en general?
La situación me llevó a ganar peso de manera bárbara.
De 67 kg, pasé a 90 kg, y seguí aumentando hasta alcanzar los 150 kg. Un peso que resultaba abrumador para mí.
Además, mi salud se vio gravemente afectada y desarrollé:
- Resistencia a la insulina, que aumentaba mi grasa desmesuradamente al no poder usar los azúcares como energía.
- Problemas menstruales.
- Pólipos, miomas y fibromas, que en pocos años, condujo a una histerectomía total.
- Además de complicaciones en las glándulas adrenales de mis riñones, debido posiblemente a todo el estrés.
¿Y qué estrategias has utilizado para hacer frente al estrés y sus efectos en tu peso?
- Me tocó aprender sobre el estrés:
- A identificar sus fuentes, el cómo y el porqué se produce.
- Y a manejar el cortisol, la hormona del estrés.
- Adopté nuevas estrategias para “ocuparme” en lugar de “preocuparme”:
- Cambiando mis hábitos alimenticios.
- Y moviéndome más, caminando, subiendo y bajando escaleras en lugar de depender de medios mecánicos.
- Practiqué Thai-Chi y mejoré mis patrones de sueño, eliminando la televisión de mi habitación y sumergiéndome en baños con sales de Epsom.
- Aprendí a agradecer y agradecer, reconociendo la bendición de tener salud, familia, un techo sobre mi cabeza y cada respiración que tomaba.
¿Qué consejo darías a otras mujeres que enfrentan situaciones estresantes y desean mejorar su bienestar?
Le diría…
Querida, no estás sola en esta batalla.
- Reconoce tu valentía enfrentando el estrés, y busca apoyo en aquellos que te rodean. Aprende a identificar las fuentes de ese estrés y cómo manejarlo.
- No subestimes el poder de pequeños cambios en tus hábitos diarios, como la alimentación consciente, la actividad física regular y la práctica de técnicas de relajación.
- Cultiva la gratitud por las bendiciones de tu vida, por pequeñas que puedan parecer.
- Y sobre todo, recuerda que cuidarte a ti misma no es un lujo, ¡es una necesidad!
Mi consentida, hoy Maitee lo dijo todo. ¡Atrévete a comentar!