A mis 53 años, jamás imaginé que mi propio cuerpo se convertiría en mi mayor obstáculo. Me parecía imposible despedirse de la inflamación
Mi salud iba de mal en peor, no podía bajar de peso y la inflamación de mi abdomen era insoportable.
Síntomas inesperados que afectaban mi día a día
Estaba desesperada. Hice lo que muchas otras mujeres hacen en mi situación: buscar ayuda donde fuera. Fui a un montón de médicos en Texas (donde vivo), hice dietas, pero nada me aliviaba.
Mis problemas iban más allá del peso. También, sufría síntomas inexplicables para mí, debido a los cambios hormonales.
Sin embargo, mi mayor tormento era la inflamación abdominal.
Lo que comenzó como una pequeña molestia, se convirtió en un problema que afectaba cada aspecto de mi vida.
Para colmo, mi rodilla empezó a dolerme tanto que había días en que me costaba caminar normalmente o subir escaleras.
Encontré la solución para mi cuerpo inflamado
Un día, descubrí a Bernard Kizer en redes sociales. Lo que él decía describía exactamente lo que yo estaba viviendo, parecía estarme hablando a mí.
Y no me equivoqué. Bernard no era uno más de esos supuestos “expertos”, dando consejos que al final no sirven. Él y su equipo se preocupaban por ayudarme a cada paso.
Adiós inflamación: Un nuevo comienzo
Lo que sucedió en el mes siguiente superó todas mis expectativas. En solo un mes, logré mejorar mucho mis problemas gástricos y los dolores articulares.
Entendí que la inflamación crónica de mi cuerpo era la causante de estas molestias. Y el programa de Bernard resultó ser la clave.
Ahora soy otra mujer. Me siento muy bien y cómoda con mi cuerpo, además mi salud ha mejorado muchísimo.
Mi mayor deseo es que muchas mujeres más tengan la oportunidad de aprender sobre sus hormonas y hacer el programa Adiós Inflamación.
¡Gracias, Bernard y a todo tu equipo! Unirme a su programa fue la mejor decisión que pude tomar. Me siento sana y feliz con mi cuerpo.
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