Has escuchado, hasta el cansancio, que los estrógenos bajos son los villanos en premenopausia que te torturan con un sinfín de malestares.
Pero hay otra parte de la historia.
El estrógeno alto en la mujer después de los 40 años es bastante común y puede desequilibrar tu balanza hormonal, trayendo signos incómodos y hasta peligrosos.
Aquí responderé las preguntas más frecuentes sobre el exceso de estrógenos para despejar tus dudas. Sigue leyendo.
¿Qué es el exceso de estrógeno?
También llamado dominancia de estrógenos, es un desbalance hormonal donde hay más estrógeno de lo normal, comparado con otras hormonas, como progesterona.
Sucede en una de dos formas. Una sucede cuando tu cuerpo produce demasiado estrógeno (dominancia franca de estrógeno)
La otra, cuando el estrógeno es más alto que la progesterona (dominancia relativa de estrógeno).
¿Cuáles son los síntomas de la dominancia de estrógenos en premenopausia?
Este tipo de desbalance hormonal se manifiesta de diferentes maneras en cada mujer:
- Tus períodos se vuelven más impredecibles y difíciles de manejar.
- Los senos te duelen o los sientes sensibles con solo rozarlos.
- Retienes líquidos, causándole hinchazón en rostro, extremidades y abdomen.
- Sufres dolores de cabeza o migrañas.
- Tu estado de ánimo cambia de la nada, tienes depresión o ansiedad.
- Se acentúan los problemas para dormir y los digestivos.
- Te cuesta más perder peso o, en algunos casos, pierdes peso aceleradamente.
- Pérdida de cabello y períodos dolorosos.
- Los signos de síndrome premenstrual se acentúan.
Desafortunadamente, si el estrógeno alto se prolonga y no se aborda, aumenta el riesgo de hipotiroidismo, endometriosis, hiperplasia endometrial, cánceres de mama, ovario y endometrio, enfermedades cardíacas, cerebrovasculares y problemas de coagulación.
¿Qué causa estrógeno alto en la mujer?
La dominancia de estrógenos puede deberse a múltiples factores:
- Edad y cambios en el cuerpo: con el paso del tiempo, en especial después de los 30 años, el cuerpo experimenta cambios hormonales.
- Pastillas anticonceptivas y terapia de reemplazo hormonal: las pastillas anticonceptivas contienen estrógeno sintético y progestina, mientras que la terapia hormonal utiliza estrógeno para compensar la disminución de estrógenos en el climaterio. Cuando se usan por períodos prolongados, causan una avalancha de estrógenos en el cuerpo.
- Exceso de grasa corporal: las células de grasa acumuladas elevan el estrógeno.
- Exposición a xenoestrógeno: son sustancias químicas que imitan a los estrógenos y alteran el equilibrio natural de las hormonas.
- Mal procesamiento del hígado e intestino: si tu hígado e intestino no procesan y eliminan correctamente el estrógeno, sus niveles aumentan.
- Estrés crónico: causa desequilibrios hormonales, como aumento del estrógeno.
- No ovular: se genera poca progesterona, haciendo que el estrógeno sea mayor.
¿Cómo se detecta el exceso de estrógenos?
Visita a un médico para que te indique los análisis que miden los niveles de estrógenos y progesterona; así podrás detectar un desbalance.
Consentida, si te identificas con todo lo que te he contado hasta ahora, no estás sola. Muchas mujeres pasan por experiencias similares.
En un próximo post, te daré las claves para regular el estrógeno alto.
Importante: este contenido tiene fines educativos y no debe utilizarse como asesoramiento médico. Si tienes alguna condición de salud, consulta con tu médico.
Referencias: